Cada día producimos más de un litro de saliva, un fluido transparente, sin olor ni sabor, compuesto de agua en un 99 %, que influye en muchos procesos de nuestro organismo.
Las glándulas salivales son las encargas de producir la saliva. Estas se encuentran en la cara interna de las mejillas, debajo de la mandíbula y en el fondo de la boca.
Nos ayuda a tragar los alimentos, protege nuestra boca de posibles infecciones provocadas por las bacterias y nos avisa cuando nuestro organismo necesita agua, entre otras funciones indispensables para nuestra supervivencia. Sin embargo, sabemos muy poco sobre este líquido tan importante. Conoce estas cinco curiosidades sobre la saliva:
Alivia el dolor
Contiene una sustancia llamada opiorfina, un analgésico natural seis veces más potente que la morfina.
De ella dependen los sabores
Sin la humedad que aporta la saliva los receptores químicos de las papilas gustativas no funcionan. Por ese motivo si te secas la lengua y pruebas cualquier alimento no distinguirás su sabor. Basta que tomes un sorbo de agua para que puedas notarlo.
Producimos más de un litro al día
Una persona sana segrega entre un litro y un litro y medio de saliva al día. Si es menos de la mitad estaremos ante un caso de síndrome de la boca seca, conocido como xerostomía.
El ritmo de producción es de 0,4 mililitros en un minuto, o dos si hay estimulación. Por la noche baja mucho y nuestros dientes pierden parte de su protección, por eso no debemos olvidar despejar nuestra boca de bacterias cepillándonos los dientes antes de ir a dormir.
Los bebés no producen más saliva cuando les salen los dientes
Es una creencia errónea que los bebés segregan un exceso de saliva cuando les salen los dientes de leche para favorecer la erupción.
En realidad es una coincidencia. Más o menos a los cuatro meses de nacer se activa la glándula parótida que produce mucha saliva que se acumula en la boca del niño porque hasta los cuatro años no es capaz de tragarla correctamente. Es el mismo período en el que se completa la dentición de leche.
Nos avisa si nos deshidratamos
Por último, otra de las curiosidades sobre la saliva es que cuando la proporción de agua en la saliva desciende se frena la salivación y notamos la boca seca. El cerebro interpreta este síntoma como una señal de que el cuerpo necesita agua y emite las órdenes necesarias para que nos rehidratemos.
La saliva tiene una gran influencia en la salud bucal, por eso cualquier cambio que notes puede ser un aviso de que algo no funciona como debería. No lo dejes pasar y pídenos una cita, en Valdivia y Armijo, tu clínica dental en Málaga, estaremos encantados de ocuparnos de tu caso.