El verano suele ser una época de descanso, viajes y diversión, pero también un momento en el que descuidamos algunos hábitos de cuidado personal. Las comidas fuera de casa, el consumo frecuente de refrescos, helados o bebidas alcohólicas, y una higiene dental menos constante pueden afectar la salud de nuestra sonrisa. Por eso, al regresar de las vacaciones, es el momento ideal para retomar rutinas y considerar algunos tratamientos dentales que ayuden a mantener la boca sana y una sonrisa radiante.
Tratamientos dentales recomendados tras el verano
A continuación, te presentamos los más recomendados por especialistas:
1. Limpieza dental profesional
Después de unas semanas en las que la higiene puede haberse relajado, una limpieza profesional es clave para eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulado. Este tratamiento previene problemas como caries o gingivitis y devuelve al diente su aspecto natural.
La limpieza dental profesional, también conocida como profilaxis, es un tratamiento sencillo, indoloro y altamente recomendable después del verano.
Los especialistas suelen recomendar realizar una limpieza profesional al menos una o dos veces al año, aunque en personas con mayor predisposición a problemas de encías puede ser aconsejable hacerlo con mayor frecuencia. Septiembre, tras el regreso de las vacaciones, es el momento ideal para programarla y recuperar la salud y frescura de tu sonrisa.
2. Blanqueamiento dental
Las bebidas como el café, el vino o los refrescos pueden dejar manchas en los dientes. Un blanqueamiento dental realizado en clínica es una excelente opción para recuperar un tono más blanco y luminoso.
3. Revisión de caries y empastes
El verano suele ser una época en la que se incrementa el consumo de helados, refrescos azucarados, cócteles y snacks entre horas. Todos estos alimentos favorecen la acumulación de placa bacteriana y aumentan el riesgo de caries, especialmente si la higiene dental no ha sido tan constante como de costumbre durante las vacaciones.
Al volver de las vacaciones, realizar una revisión dental completa es fundamental para detectar a tiempo cualquier lesión incipiente. Una caries en su fase inicial puede no causar dolor, pero si se deja avanzar puede derivar en molestias importantes, sensibilidad, infecciones e incluso la necesidad de tratamientos más complejos como endodoncias.
El dentista, en una revisión de rutina, examina con detalle cada pieza dental y utiliza radiografías si es necesario para identificar problemas no visibles a simple vista. En caso de encontrar caries, se procede a realizar un empaste dental, un tratamiento rápido y sencillo que elimina el tejido afectado y restaura la forma y función del diente con materiales estéticos que se integran perfectamente con el color natural de la dentadura.
Además, una revisión post-vacacional no solo se centra en caries: también permite comprobar el estado de las encías, valorar el desgaste dental y anticiparse a otros problemas bucales antes de que se conviertan en una molestia mayor.
4. Tratamientos de sensibilidad dental
La sensibilidad dental es una de las molestias más comunes tras el verano. El consumo frecuente de helados, bebidas frías, refrescos ácidos o incluso cambios bruscos de temperatura en los alimentos puede desgastar el esmalte o dejar expuesta la dentina, la capa interna del diente. Esto provoca esa sensación de dolor agudo y breve al tomar algo frío, caliente o dulce.
5. Ortodoncia y estética dental
Septiembre es un mes perfecto para iniciar planes a medio y largo plazo, como una ortodoncia invisible o carillas dentales. Estos tratamientos no solo mejoran la estética, sino también la función de la boca.
Tras las vacaciones de verano, es recomendable visitar al dentista para realizar una revisión completa y valorar los tratamientos dentales más adecuados para cada persona. De este modo, podrás mantener una sonrisa sana, fresca y atractiva durante todo el año.