La función del esmalte dental es proteger y dar dureza a los dientes. Con esto se consigue que puedan realizar su misión principal: la masticación. Además, cuenta con una gran importancia estética ya que su color es uno de los factores que se tienen en cuenta para conseguir que la sonrisa sea más atractiva.
El esmalte dental está formado por hidroxiapatita que es el mineral más duro del organismo humano. Si el diente no cuenta con suficiente cantidad de esta sustancia es muy probable que se acabe rompiendo o fisurando. También se puede producir otras dolencias como la sensibilidad dental que pueden ser muy molestas y causar dolor.
Uno de los principales factores que influyen en la calidad del esmalte dental es la alimentación. Como habrás oído en más de una ocasión, el azúcar es uno de los alimentos que más afectan a los dientes. Además de servir de alimento para las bacterias, también aumenta la producción de ácidos que debilitan el esmalte.
Es por eso que los dentistas recomiendan evitar productos con mucho azúcar añadido. Además de afectar a la salud en general, también puede deteriorar el esmalte dental y causar problemas como las caries o la proliferación de la placa bacteriana.
Los alimentos ácidos también pueden debilitar el esmalte dental si se toman en exceso. Por ejemplo, los zumos de cítricos pueden incluirse en este grupo. Los encurtidos también cuentan con un alto nivel de acidez. Es muy conveniente limpiarse los dientes después de consumir algún alimento de este tipo.
Los snacks, como las patatas o las palomitas también favorecen la creación de ácido láctico que puede ser bastante dañino para el esmalte dental. Lo más conveniente es no consumir estos alimentos de manera continua y siempre mantener una buena higiene bucodental.
El esmalte dental puede perder su color natural por el efecto de algunos productos comestibles
Además de los alimentos que debilitan esmalte dental, también se pueden encontrar aquellos que lo tiñen provocando un efecto antiestético. El calor blanco habitual del esmalte es algo muy apreciado, pero que se puede perder si se consumen determinados productos.
El café es uno de ellos. Amarillea el esmalte dental y hace desaparecer su brillo natural. Lo mismo ocurre con el vino tinto que, al igual que el café, contiene pigmentos que pueden teñir los dientes. Por estos motivos es conveniente controlar la ingesta de este tipo de bebidas.
Las salsas son otros de los productos alimenticios que pueden provocar manchas en los dientes. Aquellas que no son caseras son las más peligrosas. En concreto hablamos del kétchup, el vinagre balsámico y la salsa de soja.
Además, hay que tener en cuenta que la temperatura de la comida también afecta al esmalte dental. Los dientes se expanden o se contraen como respuesta al calor o frío extremos. Esto puede provocar pequeñas fisuras que afectan al esmalte y que pueden originar la sensibilidad dental ya mencionada.
Los alimentos excesivamente duros, como algunos frutos secos, también pueden causar roturas y afectar a nuestro diente. Es conveniente tomarlos con precaución o ablandarlos mediante algún método previamente. Tampoco es recomendable comer un producto excesivamente pegajoso ya que es bastante difícil retirar sus restos.
Una dieta sana y variada es la mejor manera de asegurar que tu esmalte dental esté siempre en perfecto estado. Recuerda que puedes reducir los efectos nocivos de estos alimentos manteniendo una limpieza correcta de tus dientes. También es conveniente realizar visitas periódicas a tu dentista para comprobar que todo está correcto.