Es una obviedad que cuando tenemos un problema de salud solo debemos atender las indicaciones de un médico. Sin embargo muchas veces se olvida por las modas, por los bajos precios de algunas soluciones, por poco recomendables que sean, o porque no le damos importancia a nuestra dolencia.
Por todos estos motivos se ha extendido la compra de la férula dental por internet o en farmacias sin pasar por la consulta del dentista. Es una práctica tan popular que la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) se ha visto obligada a intervenir y ha advertido de los peligros que implica.
La férula dental se usa para tratar el bruxismo, que es el hábito inconsciente de rechinar los dientes. Aunque no es una enfermedad grave tiene consecuencias muy molestas y que condicionan la vida de quienes lo padecen como pueden ser dolores de cabeza, de dientes, de mandíbula y dolor muscular del cuello y los hombros por la tensión acumulada, así como el desgaste del esmalte o incluso la rotura de piezas dentales.
Muchas personas, ante estos padecimientos, se autodiagnostican y buscan una solución fácil sin visitar a un profesional, en este caso un odontólogo.
Cuando el especialista determina que estas molestias las causa el bruxismo y descarta otras enfermedades, el remedio más común es usar alguna férula dental, un molde fabricado con un material acrílico duro con el que se cubren los dientes, amortigua el roce y disminuye la tensión.
Es un tratamiento muy habitual y muy fácil de seguir por el paciente, pero se deben cumplir algunas condiciones para que cumpla su propósito.
Es muy importante que sean diseñadas por un profesional y se ajusten a la anatomía del paciente, para lo que el profesional tomará las medidas de la boca necesarias antes de encargar a un laboratorio su fabricación. El diseño tiene que ser personalizado, algo que la férula dental que se compran por internet o en farmacias no cumplen.
Otra contraindicación de las férulas que se venden por internet es que están hechas de resina blanda, un material inapropiado porque no impide adecuadamente el roce, es más, invita a morder el material, y agrava el problema en lugar de resolverlo.
Otro aspecto que no se debe pasar por alto es el de las revisiones. Para asegurarse de que la férula dental cumple su cometido el dentista vigilará el avance del tratamiento y hará ajustes periódicos.
Desde todo punto de vista usar férulas dentales sin supervisión médica es una barbaridad. El autodiagnóstico está contraindicado en cualquier especialidad médica y decidiendo por nuestra cuenta qué tratamiento seguir solo lograremos empeorar la situación.
Además, el uso de una férula dental no siempre es suficiente para tratar el bruxismo. En algunos casos hay que reponer una pieza dental que falta o emplear una ortodoncia. En cualquier caso debe ser siempre un odontólogo el que valore cuál es el tratamiento más adecuado.
Así pues, si padeces bruxismo o sospechas que tienes ese problema, olvídate de las soluciones inmediatas sin supervisión médica y llámanos para pedir una cita. Los profesionales de Valdivia y Armijo, tu clínica dental en Málaga, encontrarán la manera más satisfactoria de acabar con tu padecimiento.