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La monitorización digital de las ortodoncias se refiere al uso de dispositivos y
plataformas que permiten a los pacientes enviar al ortodoncista imágenes y vídeos de
su dentadura desde casa, facilitando un seguimiento más exhaustivo y reduciendo el
número de visitas presenciales al gabinete. Este avance tecnológico representa una
auténtica revolución en el ámbito de la ortodoncia, adaptándose al estilo de vida de los
pacientes y optimizando la práctica profesional.
La palabra “monitorización” (monitorización digital) engloba un conjunto de
tecnologías que permiten:
• Que el paciente capture imágenes o vídeos de su dentadura usando su teléfono
móvil o dispositivo específico.
• Que esas capturas se envíen de forma segura al ortodoncista o equipo de
tratamiento.
• Que el profesional analice esos materiales, mediante su propia revisión o
apoyado por herramientas basadas en inteligencia artificial (IA) entre otras
tecnologías.
• Que, en función de ese análisis remoto, se realicen ajustes al plan de
tratamiento, se detecten posibles incidencias o se posponga la visita física, si
procede.
Este enfoque se integra dentro del paradigma más amplio de la tele-ortodoncia, es
decir, la prestación de servicios ortodóncicos mediante tecnologías de comunicación
digital.
Gracias a la monitorización digital de las ortodoncias, los pacientes pueden evitar
acudir al ortodoncista tan frecuentemente para revisiones rutinarias. Algunos estudiosreportan una reducción de hasta un 24 % o más en el número de citas presenciales
cuando se emplean sistemas de monitorización remota.
El envío regular de imágenes permite al especialista observar la evolución del
movimiento dental, la higiene bucodental, el ajuste de los aparatos o alineadores, y
alertar con antelación sobre posibles incidencias, como un alambre roto o una falta de
adherencia al tratamiento.
Vivir con aparatos de ortodoncia implica desplazamientos, tiempo, posible pérdida de
ingresos por ausencia, etc. Con la monitorización digital, parte del proceso se puede
realizar desde casa, lo que supone menos interrupciones en el día-a-día del paciente.
Mejora del cumplimiento
Al sentirse más “vigilado” –en el buen sentido–, el paciente tiende a respetar mejor las
indicaciones del ortodoncista (uso de elásticos, mantenimiento, limpieza). Además, la
herramienta digital ofrece recordatorios y feedback, fomentando la implicación del
paciente.
• Es importante recordar que la monitorización digital no sustituye por completo
todas las visitas presenciales al ortodoncista. Algunos pasos del tratamiento
requieren presencialidad (colocación del aparato, ajustes complejos, etc.).
• Debe existir una relación válida y profesional entre paciente y ortodoncista.
Los sistemas digitales deben utilizarse dentro de un marco profesional, no
como sustituto de cuidado supervisado.
• Cuestiones de privacidad y seguridad de datos: subir imágenes de la boca y
tratamiento requiere plataformas seguras y cumplimiento de regulaciones de
protección de datos.
• El paciente debe tener buena implicación: tomar las imágenes correctamente,
seguir indicaciones, mantener higiene y acudir a la visita física cuando se le
solicite. Sin esto, la eficacia del sistema disminuye.
• No todos los tratamientos son igualmente adecuados para este tipo de
monitorización digital; el ortodoncista debe valorar caso por caso si es viable.
La digitalización ya está presente en múltiples ámbitos de la salud, y la ortodoncia no
es una excepción. Con la experiencia de la pandemia, muchos consultorios adoptaron
herramientas remotas para mantener la continuidad del tratamiento.
Además, estudios recientes han mostrado que la integración de estas herramientas
con inteligencia artificial permite una evaluación más frecuente y precisa de la
evolución del tratamiento.
Por lo tanto, la monitorización digital de las ortodoncias no es una moda pasajera,
sino una parte cada vez más integradora del cuidado ortodóncico moderno.
En resumen, la monitorización digital de las ortodoncias representa un paso
importante hacia una atención más eficiente, cómoda y personalizada. Gracias a ella,
los pacientes pueden colaborar activamente en su tratamiento desde casa, mientras el
ortodoncista dispone de herramientas avanzadas para hacer un seguimiento más
estrecho y ajustar el plan cuando sea necesario.