Seguramente hayas tenido alguna caries en algún momento de tu vida o, incluso, la estés sufriendo mientras estás leyendo esté artículo. Cuando este problema se agrava puede causar bastante dolor o incluso la pérdida del diente. Por eso merece la pena que conozcas su funcionamiento para poder evitar su aparición.
Las caries son las dolencias de salud bucodental más frecuentes. De hecho, según el Consejo General de Dentistas y la Federación Dental Internacional unos 34 millones de españoles sufrían de este tipo de problemas en marzo de este mismo año. Es una de las principales causas por las que se visitan las clínicas dentales.
¿Qué es una caries?
Básicamente es un hueco que se produce en el diente. El esmalte dental es el tejido más duro de tu organismo, pero esto no quiere decir que sea impenetrable. Los ácidos producidos por las bacterias existentes en tu boca pueden dañarlo y provocar su desgaste. Se trata de una desmineralización que causa una pérdida del esmalte que deja expuesta las capas más profundas de los dientes.
Cuanto más avanzada esté una caries tendrá peores repercusiones. La actividad de las bacterias es continua y puede afectar a la pulpa del diente causando su inflamación. En esta región existen vasos sanguíneos y nervios que son los causantes del dolor y la sensibilidad dental.
Por eso es tan importante detectarlas a tiempo y frenar la acción de las bacterias que pueden causar infecciones. Para ello es conveniente acudir al dentista de manera regular para que pueda detectar este tipo de problemas de manera temprana cuando su solución es mucho más fácil.
Cómo se producen
Las caries se producen por el efecto de la placa bacteriana. Para combatirla es necesario mantener una correcta higiene bucodental. Para eso es importante mantener hábitos adecuados como el cepillado regular después de cada comida y el uso tanto del hilo dental como del enjuague bucal.
Existe más probabilidad de que aparezcan caries en las zonas de más difícil acceso de las dentaduras. Por eso es conveniente acudir a una limpieza profesional al menos dos veces al año. De esta manera consigues la garantía de que tu boca esté realmente limpia con menos presencia de la placa bacteriana.
Por otro lado, el tipo de dieta influye mucho en la aparición de caries. Cuando se consumen alimentos con muchos azúcares se es más proclive a padecer este tipo de dolencias. Esto se debe a que se está proporcionando el combustible a las bacterias para que produzcan el ácido que desgasta el esmalte dental. Por eso se recomiendan evitar la ingesta excesiva de este tipo de alimentos.
Cuál es su tratamiento
Cómo ya hemos comentado, la mejor acción preventiva es que mantengas una correcta higiene bucodental. Sin embargo, las caries pueden atacar a tus dientes a pesar de tener los hábitos correctos
Para hacerlas desaparecer tienes que acudir al dentista para que realice una endodoncia. Esta se realiza cuando la caries ha afectado a la pulpa de diente. Lo que se hace es una extracción de esta parte interna de la pieza dental y se procede al rellenado del espacio que queda con un material biocompatible (lo que se conoce como empaste).
En los casos más graves en los que la caries está muy extendida puede ser necesario extraer el diente. Después es conveniente su reemplazo con un implante para que la dentadura recupere su funcionalidad.
Ahora que conoces mejor las caries debes poner todos los medios a tu alcance para evitarlas. Tu dentista y tu higienista serán los mejores aliados para conseguirlo. ¡Pide cita si tienes la más mínima sospecha para evitar problemas mayores!