Seguro que has escuchado en muchas ocasiones, sobre todo cuando se habla de tratamientos de belleza, que esta sustancia milagrosa parece tener la solución para casi todo. ¿Sabías que también se usa el ácido hialurónico en odontología? No sólo cuenta con aplicaciones en estética dental, también sirve para solucionar problemas de salud bucodental.
Comencemos por el principio. El ácido hialurónico es una sustancia que está presente de manera natural en tu organismo. La puedes encontrar en las articulaciones y en la piel, por ejemplo. Cumple con importantes misiones para la salud como evitar las fricciones de los huesos de las articulaciones o mantener hidratada la dermis. Con el paso del tiempo, esta sustancia tan útil se va perdiendo.
El ácido hialurónico que se aplica en los distintos tratamientos de salud y estéticos se obtiene de manera natural. Uno de los métodos más usados es la fermentación de bacterias lácticas. Tras un proceso de depuración se obtiene un polvo que se mezcla con agua y se obtiene el gel con la textura con la que se suele encontrar el ácido hialurónico.
Los usos más conocidos del ácido hialurónico están relacionados con la obtención de una piel más hidratada y firme. Esto se debe a que también favorece la producción de colágeno que ayuda a mejorar la elasticidad. El ácido hialurónico también se puede encontrar en muchos cosméticos. Pero, centrándonos en el tema que nos interesa vamos a explicar sus aplicaciones en la odontología.
Los usos del ácido hialurónico en los tratamientos dentales
Esta sustancia también cuenta con muchos usos aplicables a la salud bucodental. Estos son los que se pueden encontrar en la actualidad:
Soluciona la disfunción de la articulación temporomandibular
Esta articulación es la que conecta la mandíbula con el lateral de la cabeza. En ocasiones su funcionamiento es deficiente provocando excesiva fricción entre los huesos causando dolor y falta de movilidad. Con la aplicación de ácido hialurónico se consigue aliviar estos síntomas ya que actúa como lubricante. Además, también produce efectos antiinflamatorios.
Actúa como agente cicatrizante
En las intervenciones quirúrgicas bucales ayuda a que las incisiones practicadas cicatricen más rápidamente. También ayuda la curación rápida de llagas y úlceras. Esto se debe a las ya mencionadas propiedades antiinflamatorias junto a su poder antibacteriano.
Se aplica en tratamiento para regenerar encías
El ácido hialurónico tiene una importante aplicación odontológica como relleno de encías. Así se consigue que aquellas más desgastadas vuelvan a recuperar el volumen que le permite recuperar su funcionalidad.
Es una gran ayuda en los tratamientos dentales de regeneración tisular
En las enfermedades periodontales se pueden dañar tejidos óseos hasta el punto de que sea necesaria su restauración. Con el ácido hialurónico se consigue que este proceso sea mucho más fácil por su capacidad para favorecer la regeneración celular
Utilidades del ácido hialurónico en odontología estética
El ácido hialurónico se puede usar para evitar lo que se conoce como sonrisa gingival, es decir, la excesiva exposición de las encías cuando se sonríe. Se aplica esta sustancia para evitar que el labio suba demasiado consiguiendo que las encías sean menos visibles.
Otra de las aplicaciones es acabar lo que se conoce como triángulos negros. Estos son los espacios interdentales generados por el desgaste de las encías y que provocan un efecto antiestético. Como ya hemos comentado, el ácido hialurónico puede usarse como relleno de las encías haciendo desaparecer estos huecos que afean la sonrisa
El ácido hialurónico está revolucionando la odontología con tratamiento poco invasivos que además tienen una fácil recuperación. Por este motivo cada vez está más presente en las clínicas dentales. ¿Conocías todas estas aplicaciones para conseguir mejorar tu salud bucodental?