Seguramente hayas escuchado hablar de los implantes dentales como la mejor alternativa para la solución de la pérdida de un diente. Es un suceso de lo más habitual que se puede producir por una caries, un accidente o una periodontitis grave. En muchas ocasiones cuando sólo es una pieza dental la que deja de formar parte de nuestra dentadura no se le da mucha importancia.
Sin embargo, es muy importante contar con todos los dientes para tener una dentadura funcional. Más allá de lo puramente estético, se producen efectos que pueden ser perjudiciales a medio y largo plazo. Uno de ellos es lo que se conoce como apiñamiento terciario que es el movimiento de los dientes que se produce en la edad adulta.
Los dientes tenderán a moverse para ocupar el hueco libre y esto puede producir problemas funcionales ya que la mordida no será correcta. Se da un mayor desgaste de los dientes y sobrecarga de los músculos faciales. A largo plazo también puede provocar dolores de cabeza y cervicales. También se dificulta la masticación y la ingesta de alimentos.
Además, también la higiene bucal se complica ya que los espacios interdentales quedan irregulares. Hay más posibilidad de retener restos de comida y esto provocará la aparición de sarro y caries.
Otro de los problemas que causa la pérdida de un diente es que se puede producir un debilitamiento del hueso mandibular. Esto se debe a que deja de tener el estímulo procedente de la masticación. La principal preocupación es que este proceso también puede afectar a las piezas dentales adyacentes.
Todo esto puede suceder con tan sólo la pérdida de un diente. Así que desde el primer momento que esto suceda es necesario acudir a un especialista para aplicar el tratamiento correspondiente.
Los implantes dentales, el mejor sustituto para un diente perdido
Los implantes dentales son la mejor solución para evitar las consecuencias negativas de la pérdida de un diente. De esta manera se evita el movimiento de traslación del diente y los problemas de maloclusión. De manera general permite la mejora funcional de la dentadura.
También es una solución estética cuando el diente perdido es más visible causando problemas de autoestima. Los implantes dentales también son una buena solución para poder recuperar la sonrisa y poder mostrar tu mejor cara.
El implante dental consiste en una corona fabricada con un material que funciona de manera similar al esmalte como pueden ser los porcelánicos, los cerámicos o el zirconio. Esta pieza se coloca sobre un tornillo que se inserta en la mandíbula y que cumple la misión de actuar como la raíz del diente.
Lo mejor es que los implantes dentales una vez colocados tienen una larga duración. Con los cuidados de higiene bucodental adecuados pueden durar hasta 20 años. Siempre se deberá visitar regularmente al dentista para comprobar que todo marcha a la perfección y no hay problemas. Los materiales usados son totalmente biocompatibles por lo que no se generan problemas de rechazo por el organismo.
En muchos casos, si el dentista observa que existo peligro por la pérdida de un diente se puede optar por la extracción para a continuación colocar implantes dentales. De esta manera se corren menos riesgos y se conseguirá evitar el movimiento de los dientes.
No dudes en acudir a tu dentista ante cualquier problema con tu dentadura. En muchas ocasiones dejar pasar el tiempo puede tener consecuencias nefastas. La pérdida de un diente puede parecer algo poco importante, pero a la larga puede traer consecuencias más graves. Es importante mantener todas las piezas dentales para una salud bucodental plena.