Seguro que te encantaría hacer desaparecer el color amarillo de tus dientes y las manchas que tan mal te quedan. Tener una sonrisa deslumbrante es una magnífica carta de presentación que todo el mundo desea tener. Lo más efectivo, sin duda, son los tratamientos que puedes recibir en tu clínica dental.
Sin embargo, es muy probable que hayas conocido de una manera u otra la existencia de blanqueantes caseros de dientes que no son los tratamientos habituales que se reciben en una clínica. Son productos que puedes tener por casa y que se usan de una manera que puede parecer muy sencilla. Pero, debes tener cuidado ya que puedes provocar algún tipo de daño en tus dientes sin saberlo.
El bicarbonato de soda es uno de los productos que se suelen recomendar para el blanqueamiento de dientes. También se mencionan el jugo de limón, el vinagre o incluso el agua oxigenada. En principio, todo parece bastante inocuo y no tendría que entrañar ningún peligro.
Lo primero que hay que tener en cuenta es si realmente estos blanqueantes caseros consiguen el efecto que pretenden. Lo cierto es que estos productos consiguen que los dientes sean más blancos, pero lo hacen dañando el esmalte. Si se usan de manera continua tienen un efecto abrasivo que desgasta este material tan necesario en los dientes.
Aunque sea cierto que se puede aclarar el tono, los resultados no son realmente espectaculares. Además, hay que tener en cuenta que el esmalte perdido ya no se puede recuperar. Es el único tejido de tu organismo que no se regenera. A la larga, pueden ser realmente dañinos e incluso pueden acabar produciendo el efecto contrario. Tus dientes se pueden volver amarillentos.
Las consecuencias de usar estos blanqueantes caseros sin control pueden ser bastantes nefastas. Lo primero es que normalmente se aplican sin tener en cuenta el estado de tu salud bucodental. Si existen caries, por ejemplo, se pueden ver agravadas si usas estos productos de manera indiscriminada.
Las encías también se pueden ver afectadas si las sometes de manera continua a estos blanqueantes caseros tan abrasivos. Las mucosas y los tejidos de tu boca son especialmente sensibles a este tipo de sustancias corrosivas.
El peligro de los blanqueantes caseros con peróxido
En el mercado también puedes encontrar productos con peróxido de hidrógeno que se anuncian con efectos blanqueantes. Están diseñados para ser usados en casa sin supervisión de un dentista. De nuevo, nos encontramos con un elemento que también puede ser dañino para tu dentadura.
Esta clase de blanqueante casero actúa directamente sobre la dentina. Es muy importante controlar la cantidad que se aplica para no provocar resultados nefastos. En muchas ocasiones, estos productos tienen una proporción de peróxido muy superior a la recomendada por los expertos.
Esto puede originar verdaderos problemas en tus dientes que pueden sufrir sensibilidad y, además, se vuelven más propensos a sufrir roturas por sus efectos debilitantes. Estos blanqueantes caseros que se suelen adquirir en webs de comercio internacional no suelen cumplir con la normativa europea. Según un estudio de la OCU hasta dos tercios de este tipo de productos no entraban dentro de la legalidad.
Con unos hábitos de vida saludables y evitando alimentos que puedan “teñir” tus dientes, siempre podrás conseguir mantener una sonrisa más deslumbrante. Pero si lo que quieres es conseguir los mejores resultados, evita los blanqueantes caseros y acude a tu dentista.
Es muy necesario conocer el estado de tu salud bucodental antes de aplicar un tratamiento de blanqueamiento dental. Por eso siempre es mejor contar con el asesoramiento de un experto para conseguir los mejores resultados sin sufrir riesgos. ¡De esta manera conseguirás la sonrisa espectacular que te mereces sin peligro!