Con un blanqueamiento dental puedes conseguir unos resultados espectaculares. Tu sonrisa queda deslumbrante, sin manchas y sin tonos amarillentos. Es un tratamiento muy poco invasivo cuyos resultados se notan al instante. Por eso tiene tanto éxito y es muy demandado en las clínicas dentales.
Si te has decidido por recibir un tratamiento de blanqueamiento dental, es importante que sepas que debes tomar una serie de precauciones después de recibirlo. Las primeras 48 horas son fundamentales y es donde deberás tener más cuidados.
El primer día tendrás una sensibilidad dental muy alta que irá desapareciendo poco a poco con el paso del tiempo. Esto se debe a que el agente blanqueador que se aplica se filtra por los poros del esmalte hasta llegar a la dentina que es lo que da color a la pieza dental, quedando esta más expuesta.
Durante ese tiempo es recomendable no comer comidas muy frías o alimentos excesivamente ácidos o duros. Por supuesto, tampoco se deberá usar los dientes para abrir envases o para otros usos para los que no han sido diseñados.
Puedes consultar con tu dentista el uso de algún producto que te alivie la sensibilidad dental que suele aparecer tras un blanqueamiento dental. El especialista puede recomendarte pastas dentales, geles o calmantes que te ayudarán a disminuir los efectos. En cualquier caso, la sensación debería desaparecer de manera gradual.
Cuidado con los alimentos que tomas después de un blanqueamiento dental
Es muy importante que tengas cuidado con lo que comes los primeros días después de un blanqueamiento dental. Como ya hemos comentado la dentina está más expuesta y es más fácil que absorba las sustancias colorantes de los alimentos.
Bebidas como el café, el vino tinto (y el alcohol en general) o bebidas refrescantes con colorantes pueden echar por tierra los resultados de tu blanqueamiento dental. Tienes que evitarlos a toda costa. También los condimentos como la soja, el curry, el vinagre de Módena y la salsa de tomate están totalmente prohibidos.
Durante los primeros días asegúrate que en tus comidas no hay productos alimenticios con colores fuertes como la carne roja, las frutas y verduras que no sean claras o blancas, los embutidos, etc.
Después de todas estas restricciones te preguntarás qué puedes comer después de un blanqueamiento dental. Pues tienes muchas opciones: pollo, pavo, arroz, queso, leche, cereales, pasta (que no tenga color), pescado blanco, manzanas, piñas, plátanos, cebolla, limonada y un largo etcétera. ¡Recuerda que ante cualquier duda lo que te tienes que plantear es si la comida puede “teñir” tus dientes!
Otras de las precauciones es dejar fumar ya que los componentes del tabaco son una de las principales causas del color amarillento de los dientes. Recuerda que cuanto más tiempo estés sin realizar este hábito poco saludable más aguantará tu blanqueamiento dental.
La higiene dental se debe mantener igual, pero se debe estar atento a la pasta dental que se usa ya que algunas pueden usar colorantes. Lo mismo ocurre con los enjuagues bucales que se presentan con algún tipo de color fuerte.
Un blanqueamiento dental puede durar hasta un año, siempre dependiendo de las características de la dentadura de la persona y de los hábitos que suele mantener. La higiene dental correcta te puede ayudar a mantener los resultados durante más tiempo.
Recuerda que, aunque los dos primeros días son los más críticos, si cuidas de tu blanqueamiento dental durará mucho más tiempo. No olvides nunca seguir siempre los consejos y las indicaciones de tu dentista.