Los alineadores invisibles son una de las mejores herramientas para solucionar los problemas de mordida y de alineación de dientes. Son férulas removibles y transparentes que son muy discretas y fáciles de usar. Consiguen grandes resultados estéticos y por eso se han convertido en uno de los tratamientos más demandados.
Seguro que últimamente has visto que existen ofertas en las que los alineadores invisibles que cuentan con precios más baratos ya que prescinden de las visitas de seguimiento al dentista. Este tipo de tratamientos se contratan y se desarrollan online. Esto proporciona gran comodidad al usuario y reduce los costes.
El sistema de base parece bastante sencillo. Tras una primera visita a alguna clínica asociada para realizar un escaneado dental o radiografía, el usuario recibe un kit con todos los alienadores invisibles que deberá ir cambiando según un programa establecido. Cada cierto tiempo deberá enviar una foto de su dentadura (que se suele hacer mediante una aplicación o plataforma web) para hacer el seguimiento profesional.
Este tipo de tratamientos de alineadores invisibles parecen conseguir los mismos efectos que los tratamientos tradicionales. Sin embargo, no cuentan con una intervención directa de un dentista en casi todo el proceso. Sí que existen profesionales que realizan una monitorización de forma remota a través de las imágenes enviadas por el paciente.
Los alineadores invisibles en casa plantean muchas preguntas. ¿Este tipo de supervisión a distancia es suficiente? ¿Existe algún tipo de peligro si optas por este tipo de tratamiento? ¿Conseguirás los resultados esperados?
Existe un protocolo para alineadores invisibles que establece cuál es el seguimiento adecuado
La SEDO (Sociedad Española de Ortodoncia y Ortodoncia Dentofacial) ha mostrado su preocupación por el uso de estos alineadores invisibles a domicilio y establece las pautas para realizar un seguimiento adecuado. Entre otras cuestiones considera que la colocación de este tipo de ortodoncias se debe hacer por un especialista en un gabinete dental para asegurar que se haga correctamente.
Por otro lado, también se deben tener en cuenta que algunas complicaciones que pueden surgir con los alineadores invisibles sólo se pueden detectar y solucionar presencialmente. Por ejemplo, pueden surgir heridas en los tejidos blandos de la boca provocadas por el roce de la aparatología. Estas lesiones se deben tratar adecuadamente para evitar que se agraven.
Si no se realizan visitas programadas al dentista se pueden acentuar los problemas de maloclusión y crear problemas funcionales al paciente. Las citas sirven para controlar la estabilidad del tratamiento de manera integral. Además de la dentadura se revisa las encías, la mucosa y el estado óseo del paciente. No sólo se comprueba la mejora estética.
La SEDO ha establecido un protocolo sobre el uso de los alineadores invisibles donde recoge estos puntos y en el que establece claramente la necesidad de realizar las revisiones de manera adecuada en un gabinete dental. Pero también hace hincapié en otros aspectos como el examen ortodóntico previo que debe ser muy exhaustivo.
Una vez terminado el tratamiento se deberán colocar retenedores y se deberán seguir realizando citas de seguimiento. Además, es conveniente realizar nuevos registros para descartar la aparición de complicaciones.
Para realizar un tratamiento de alineadores invisibles se necesita un seguimiento exhaustivo que se consigue con la intervención directa del dentista. Recuerda que no sólo para solucionar un problema de estética y que afecta de manera integral a tu salud bucodental. Por eso siempre es recomendable que vayas a tu clínica para recibir la supervisión adecuada.