Cuando notamos que nos sangran las encías pedimos cita con el dentista, o al menos eso es lo más recomendable puesto que una de las causas más habituales es la gingivitis, una afección provocada por la acumulación de sarro.
Pero en ocasiones el remedio no está ahí. Cuando el odontólogo no encuentra heridas, ni infecciones ni muestras de que nuestra higiene dental es deficiente hay que buscar otra explicación y esta puede estar relacionada con lo que comemos.
Vitamina C
Una enfermedad poco común pero que tiene entre sus efectos el sangrado de las encías y la caída de los dientes es el escorbuto, una dolencia que nos resulta familiar por las historias de piratas pero aún se diagnostica en nuestros días aunque sea muy poco frecuente.
El escorbuto indica una carencia de vitamina C que puede deberse a una mala alimentación. Si es eso lo que está provocando que sangren las encías no hay mucho de lo que preocuparse porque es una enfermedad fácil de tratar. Incorporar a la dieta frutas y verduras resulta muy efectivo, e incluso si no fuera suficiente puede añadirse algún complemento alimenticio. Lo mejor es que consultes con un médico antes de comenzar con un tratamiento por tu cuenta.
Vitamina K
La falta de vitamina K también puede estar detrás de unas encías que sangran porque juega un papel esencial para el buen estado de nuestros huesos y la coagulación de la sangre. Por eso si tenemos un déficit de esta vitamina cualquier pequeña herida puede derivar en una abundante hemorragia.
Algunos alimentos con los que puedes equilibrar tus niveles de vitamina K son las ciruelas, las peras, kiwis, plátanos, moras, higos o melocotones.
Antioxidantes
Pero esto no es todo lo que debe preocuparnos en lo que a nutrientes se refiere. Los antioxidantes son los encargados de reparar los daños que la oxidación produce en las células que forman los tejidos de nuestro cuerpo.
Incorporando el té verde, cúrcuma, arándanos, fresas y moras a tu menú puedes notar alguna mejoría.
Vitamina D
Las encías son una de las partes del cuerpo que más se resienten cuando los niveles de vitamina D no son los adecuados. La inflamación del tejido gingival es uno de los síntomas relacionados con esta vitamina que encontramos en el huevo, el pescado, los cereales, las ostras y productos lácteos. Y, sin necesidad de comer nada, al exponernos al sol.
En Valdivia y Armijo, tu clínica dental en Málaga, no nos atrevemos a darte consejos de nutrición pero te garantizamos que sabemos cómo ayudarte a tener unas encías sanas, ya sea con tratamientos específicos o descartando enfermedades odontológicas.