Muchos padres no saben si guardar los dientes de leche de sus hijos cuando se les caen. Algunos lo guardan para conservar un recuerdo de la niñez, por superstición o por fetichismo. Pero hay una razón mejor que cualquiera de las anteriores: pueden salvar vidas porque contienen células madre.
Las células madre tienen la capacidad de reproducir cualquier otro tipo de células de nuestro cuerpo y de este modo regenerar tejidos y huesos. Gracias a esta peculiaridad sirven para tratar muchas enfermedades graves y son muy apreciadas.
Al ser una fuente de células madre, los dientes de leche pueden ser un seguro de vida.
Las células madre dentales son especiales
Las células madre también se encuentran en el cordón umbilical de los recién nacidos y se pueden extraer de la médula espinal, pero las que se concentran en la cavidad pulpar de los dientes de leche son especialmente valiosas.
Un estudio del Centro Nacional para la Biotecnología de Estados Unidos publicado recientemente confirma que son de más calidad y más eficientes porque han estado poco expuestas a cambios mediombientales.
Hay otras ventajas, por si necesitas más argumentos para convencerte del buen uso que se les puede dar a los dientes de leche.
- Las células conservadas en el interior de la pieza dental se extraen mediante un procedimiento más sencillo que las que se encuentran en otras partes del cuerpo.
- Tienen una gran capacidad de diferenciación. Eso significa que pueden generar una gran variedad de tejidos y su aplicación terapéutica abarca tratamientos contra el cáncer, la diabetes, dolencias cardíacas, regeneración de huesos, Parkinson y otras enfermedades de difícil curación. En cambio, las células madre que se extraen del cordón umbilical solo se pueden usar para tratar enfermedades del sistema sanguíneo.
- Se pueden reproducir en gran cantidad y muy rápido, por lo que constituyen un depósito muy valioso.
- Se pueden extraer en cualquier momento, al contrario de lo que ocurre con las células del cordón umbilical, que solo se obtienen en el momento del nacimiento.
- Las propiedades de las células madre tomadas del diente sirven para tratar a la persona a la que pertenece y también sus familiares.
Por todos estos motivos, guardar los dientes de leche que pierden los niños al crecer no es ningún capricho sentimental. Como hemos visto, valen mucho más que la moneda o regalo que suele dejar el Ratoncito Pérez a cambio de la pieza.
Para que las células madre dentales se conserven en óptimas condiciones no solo hay que guardar los dientes de leche, deben obtenerse y mantenerse de una manera específica y ser manipuladas por personal especializado. Para conocer mejor este proceso lo más recomendable es consultarlo con un dentista.
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