El adelanto de la primavera puede tener una consecuencia indeseada, que pillemos un resfriado por culpa de los cambios de temperatura. La tos, los estornudos, los mocos y el dolor muscular pueden acompañarnos durante días. No hay que olvidar que la boca forma parte del sistema respiratorio, el más afectado, y también merece nuestra atención.
Si no quieres que tus dientes se vean perjudicados por los efectos de la gripe o el resfriado, te aconsejamos que tengas en cuenta estas recomendaciones fáciles de seguir.
No compartas tu cepillo de dientes
En realidad nunca debemos dejar que otra persona use nuestro cepillo de dientes en su boca. El motivo es que las bacterias pueden pasar de una boca enferma a otra sana y contagiarla.
Puede ocurrir que alguna vez usemos el cepillo de otra persona por error, por eso en caso de padecer un resfriado debemos tener más cuiaddo y fijarnos siempre en cuál cogemos y dónde lo dejamos.
Cuando nos encontremos bien, lo más recomendable es que sustituyamos nuestro cepillo de dientes por uno nuevo o, de lo contrario, ¡podríamos contagiarnos a nosotros mismos!
Cuidado con el azúcar
Los caramelos suelen ser un buen remedio para aliviar el picor de garganta, la tos o la sequedad de la boca. Hay que vigilar la cantidad de azúcar que contienen para no facilitar la aparición de caries.
Lo mismo se puede decir de los jarabes, en caso de que nos hayan recomendado tomar alguno. Puede que con ellos estemos tomando una ración extra e innecesaria de azúcar. Mejor tómalo sin azúcar.
Si nos cuesta comer debemos evitar sustituir la ingesta de alimentos por bebidas isotónicas que también están cargadas de azúcar.
Bebe mucha agua
La sequedad bucal o xerostomía es una de las contraindicaciones de las medicinas que solemos tomar para combatir la gripe o el resfriado.
Este aspecto es muy importante porque son muchas las funciones de la saliva en el cuidado de nuestra salud dental. Nos ayuda a limpiar nuestra boca de bacterias, por lo que nos protege de las caries y de sufrir halitosis. También contribuye a mantener en buen estado los tejidos blandos y remineraliza el esmalte.
Por estos motivos debemos asegurarnos de mantener nuestra boca bien hidratada ingiriendo agua durante todo el día aunque sea a pequeños sorbos.
Si vomitas, espera para lavarte los dientes
En ocasiones el catarro o la gripe pueden provocar vómitos. En ese caso, y por desagradable que sea la sensación que deja en tu boca, no corras a lavarte los dientes. Es mejor esperar porque cuando los ácidos estomacales han entrado en contacto con los dientes, frotarlos solo sirve para extender esos ácidos y empeorar su efecto. Es mejor que te aclares la boca con agua o con una mezcla de agua y bicarbonato y esperes una media hora para el cepillado.
Si temes que una gripe o un catarro hayan podido dañar tus dientes o encías, no te lo pienses y pídenos una cita para que revisemos en qué estado se encuentran. En Valdivia y Armijo, tu clínica dental en Málaga, encontrarás el mejor cuidado de tu salud dental.