Dos de las principales ventajas de Invisalign son su comodidad y discreción. Quienes usan estos alineadores a menudo se olvidan de que lo llevan en la boca, pero también necesitan saber limpiar Invisalign y un poco de nuestra atención si queremos evitar algunos problemas.
El mantenimiento de la ortodoncia transparente Invisalign es muy sencillo, tanto como su uso. Se trata de una funda que se ajusta a medida de nuestra dentadura, por eso hay que sustituirla cada dos semanas para adaptarla a los cambios en la posición de los dientes que se producen a medida que se van alineando y mejora nuestra sonrisa. Pero a pesar de ser piezas provisionales debemos saber como limpiar Invisalign para que no se deformen o se manchen, perdiendo así la transparencia tan apreciada por los pacientes, y también, y no menos importante, para evitar olores y problemas de salud.
Una regla básica es que debes guardar la ortodoncia Invisalign en su caja cuando no la estés usando, que suele ser durante las comidas ya que, para que el tratamiento sea efectivo, debes llevarla al menos 22 horas al día.
Puedes aprovechar el momento en que te cepillas los dientes tras las comidas para limpiar Invisalign. El material con que se fabrican es lavable y basta con que los mojes con agua tibia y apliques jabón de pH neutro con un cepillo de dientes suave haciendo movimientos circulares. No olvides lavarlos por dentro y por fuera y termina aclarando con agua. Si acostumbras a usar enjuagues bucales no los apliques en el alineador Invisalign porque podría teñirlo.
Con esta rutina fácil de seguir evitamos que se acumule sarro en los alineadores. Si no los limpiamos, de poco serviría que nos cepillemos los dientes porque ese sarro seguiría en contacto con nuestros dientes y encías, favoreciendo la aparición de enfermedades periodontales.
Una vez a la semana puedes usar pastillas limpiadoras Invisalign para eliminar los posibles restos que hayan podido quedar a pesar del cepillado. Estos productos eliminan las bacterias y previenen su crecimiento, por lo que su uso es muy recomendable y no te supondrá ninguna complicación, basta con mezclarlos con un poco de agua en la que se sumerge el alineador durante quince minutos.
Limpiando nuestra ortodoncia evitamos que huelan mal y nos aseguramos de que sigan siendo completamente transparentes y, por tanto, que pasen desapercibidos, que es uno de sus mayores atractivos.
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