La Navidad altera nuestros hábitos y lo notamos en nuestro ánimo, nuestra figura y nuestra salud. Por supuesto que nuestra dentadura también se resiente. Nos cuesta resistirnos a los dulces navideños, no nos perdemos ningún brindis, descuidamos nuestra higiene dental y después vienen los disgustos.
Las caries son las dolencias dentales más comunes en esta época, incluso se ha calculado que el cincuenta por ciento de los casos se producen en Navidad.
¿Qué son las caries?
Las caries son lesiones que se producen en la superficie de las piezas dentales que, si no se tratan adecuadamente, producen un orificio y llegan a dañar las capas más profundas hasta los nervios y pueden provocar la pérdida del diente afectado. Comprender qué las causa nos ayudará a prevenirlas mejor.
La placa que conocemos como “sarro” que se pega a los dientes contiene bacterias que producen ácidos. Estos pueden disolver la placa protectora de los dientes y comienzan a descomponerse, empezando por el esmalte. Eso es lo que conocemos como una caries.
Cuando se empieza a formar la caries suele pasar desapercibida, por eso es tan importante hacerse revisiones. El síntoma que nos pone en alerta es el oscurecimiento del diente, que a veces no se nota porque la mancha está muy escondida y solo la descubrirá el dentista en su consulta. Pero si dejamos avanzar la enfermedad hasta alcanzar las terminaciones nerviosas puede causar una infección grave y ser muy dolorosa.
El azúcar, alimento de las caries
Lo normal es que en Navidades tomemos más alimentos azucarados. Aunque no seas goloso, es difícil que no acabes probando el turrón, los roscos, los polvorones o cualquier otro postre que te pongan por delante.
El principal alimento de las bacterias son los azúcares, por eso en estas fechas aumentan el riesgo de padecer esta dolencia o empeorarla si ya la tenemos en una fase temprana.
No renuncies a disfrutar de la Navidad
La solución para prevenir las caries no es dejar de celebrar la Navidad ni de compartir un banquete con nuestros seres queridos. Ni siquiera dejar de comer los ricos dulces navideños.
Lo que sí puedes hacer es tomar algunas precauciones. Evita los alimentos azucarados que permanecen mucho tiempo en la boca, como los caramelos; escoge el turrón duro antes que el blando, ya que el primero tiene menos azúcar; toma los sorbetes y las bebidas ácidas con pajita.
La recomendación más importante es una buena rutina de limpieza. Lleva tu cepillo de dientes a las comidas o cenas que hagas fuera de casa. El cepillado después de cada comida es imprescindible para evitar males mayores. Recuerda que no hace falta que lo hagas en cuanto acabes, puedes esperar una media hora. ¿El motivo? El ácido de los alimentos debilita el esmalte de los dientes y al frotarlos esta se puede desprender y exponerlos a las bacterias.
Para asegurarte de que los excesos navideños no causan un daño irreparable en tu dentadura, pide cita para una revisión en Valdivia y Armijo, tu clínica dental en Málaga, donde nos aseguraremos de que las caries no sean un problema para ti en el nuevo año.