Las conocidas como muelas del juicio (los terceros molares) son una de las mayores preocupaciones que existen sobre los dientes. Se trata de cuatro piezas dentales que suelen aparecer entre los 16 y 20 años, pero dependiendo de la persona pueden salir antes, después, o incluso nunca; además, hay personas a las que les salen las cuatro muelas, y a otras solo algunas.
Existe el pensamiento generalizado de que las muelas del juicio implican un gran dolor tanto en su salida, y que casi por sistema deben ser extraídas en una visita al dentista. Pero ¿es necesario siempre sacarlas? Como los correctores dentales, los empastes o cualquier otro tratamiento de salud bucal, depende de la persona y de las molestias que genere.
La extracción de las muelas del juicio, que no representan ningún problema estético o funcional, se recomienda en diferentes casos:
- Que crezcan torcidas, o porque su nacimiento afecte a los dientes vecinos. Esto puede producir diversas lesiones como rizólisis o necrosis pulpar.
- Que la encía no erupcione con el crecimiento de la muela. Si el diente crece de forma parcial debajo de la encía, algo muy frecuente, los restos de comida se pueden acumular debajo de la misma y provocar infecciones, y a largo plazo, problemas mayores como una pericoronaritis.
- Cuando se indica en un tratamiento de ortodoncia en la que que se va a corregir el nacimiento de algunos dientes.
- Que se produzca un quiste alrededor de las mismas.
Además, hay que visitar al dentista para ver si necesitamos o no sacar la pieza si existen patologías asociadas como algias, procesos infecciosos o patología quistíca.
Si vives en Málaga, ven a visitar la clínica dental de Valdivia y Armijo cuando al palparte los terceros morales con la lengua te notes que la forma de su crecimiento es inusual, si tienes pequeñas heridas («bocados») a su alrededor, o si notas que desde esa zona se produce algún olor desagradable; esto sucedería por los restos de comida que no podemos eliminar con un cepillo tradicional. También es recomendable que vengan a asesorarse los más jóvenes de la casa, pues en la adolescencia es cuando estas piezas comienzan a nacer.
En el caso de que la extracción sea recomendable o necesaria, puede suceder que sea algo que se deba realizar o en un corto plazo, depende del estado. Eso sí, cuanto antes se saque la muela menos serán los problemas que surgirán derivados por su crecimiento, y por tanto, menos molestias tendrá el paciente.
Si notamos dolor en las muelas del juicio es una señal clara de que nuestro cuerpo nos dice que algo no va bien y que deberíamos pedir cita para una exploración clínica y radiológica de nuestra boca. “¿Duele mucho la extracción de la muela del juicio?” es la pregunta más frecuente, y no tiene por qué ser afirmativa, siempre que no demoremos su cuidado.
Para la extracción, el cirujano de la clínica dental realiza una intervención cuyo tiempo variará según el caso, pero en unos 45 minutos hasta la muela más rebelde está ya fuera, y la anestesia local es la más habitual.
El postoperatorio es sencillo, con enjuagues bucales de agua y sal y clorhexidina, que también suele aplicarse en gel; además, se suele recetar antibióticos para evitar infecciones. En pocos días el paciente podrá comer con normalidad y hacer su vida como siempre.