pulpitis

La pulpitis. Causas y tratamientos

La pulpitis es la infección que se produce en los tejidos blandos que se encuentran en el interior del diente y que conforman la pulpa. La causa principal de esta dolencia suele ser una caries que no se ha tratado adecuadamente y que ha alcanzado esta región de la pieza dental. También se puede producir por roturas en el diente, por bruxismo y por otro tipo de infecciones.

En la pulpa del diente se encuentran los tejidos vivos del diente como los vasos sanguíneos y el nervio dental. En esta zona también se encuentra la dentina que se encarga de soportar el esmalte dental. La pulpitis afecta a esta región provocando la inflamación y el deterioro de esta región del diente.

Una pulpitis muy avanzada que no ha sido tratada adecuadamente puede provocar lo que se conoce una necrosis pulpar. En este caso los tejidos están muy dañados y son irrecuperables lo que puede hacer necesaria la extracción de la pieza dental. Además la infección se puede extender a la mandíbula y a otras zonas del organismo.

Los principales síntomas de la pulpitis son la sensibilidad dental y el dolor. Es muy importante que el dentista tome las medidas necesarias para acabar con esta dolencia cuanto antes ante cualquier indicio. ¡Presta mucha atención a todo lo que te contamos a continuación sobre la pulpitis!

Tipos de pulpitis

Dependiendo del grado de gravedad de la pulpitis se pueden encontrar varios tipos.

La pulpitis reversible es aquella que solo afecta a parte de los tejidos de la pulpa de forma leve y superficial. En estos casos, gracias al diagnóstico del dentista y a la aplicación temprana del tratamiento, el diente vuelve a recuperarse por una remisión de la pulpitis. El tratamiento consiste en solucionar el problema de origen (por ejemplo, una caries) para que deje de producir la inflamación.

La pulpitis irreversible se produce cuando la inflamación de la pulpa es más severa. La infección se ha dilatado durante mucho tiempo y los tejidos están muy deteriorados. En algunos casos se puede cronificar y en otros se puede volver un proceso agudo dando a lugar a la necrosis pulpar.

Tratamientos para solucionar la inflamación de la pulpa

Como ya hemos mencionado anteriormente, en la pulpitis reversible el tratamiento consiste en solucionar la dolencia que causa la inflamación leve. En estas situaciones la dolencia suele desaparecer tras el tratamiento aplicado por el odontólogo.

En los casos de pulpitis irreversible será necesario realizar una endodoncia para extraer el tejido dañado de la pulpa (lo que se conoce como matar el nervio) y limpiar los conductos radiculares afectados por la acción de las bacterias. Posteriormente se procede a sellar y rellenar los orificios realizados con materiales compatibles. Tras este proceso se consigue conservar el diente que sigue manteniendo toda su funcionalidad.

Para detectar la pulpitis el dentista se puede servir de métodos de diagnóstico como las radiografías o la aplicación del calor o frío en el diente para comprobar la reacción del paciente. También es habitual realizar pruebas de vitalidad pulpar que permiten saber el estado de los tejidos del interior de la pieza dental y si existe algún grado de necrosis.

Es importante que acudas a tu clínica dental cuanto antes cuando sufras dolor o sensibilidad dental. Así el dentista podrá detectar si existe pulpitis de forma temprana para evitar problemas mayores. Recuerda que las visitas periódicas al odontólogo ayudan a mantener a que tu salud bucodental siempre esté perfecta.