Entre los cuatro y los diez meses empiezan a asomar los primeros dientes del bebé, los llamados dientes de leche, unas piezas provisionales que en pocos años serán sustituidas por la dentición definitiva.
El enrojecimiento de las encías indica que los primeros dientes, que suelen ser los incisivos inferiores, se preparan para aparecer. También notarás que a raíz de la salida de los dientes del bebé está más irritable y llorón. Es comprensible ya que la erupción de los dientes es un proceso doloroso.
Para hacer más llevadera esta etapa, tanto para los pequeños como para los cuidadores, te vamos a dar unos consejos muy fáciles de aplicar.
Masajes en la encía
Masajear con el dedo o con una gasa húmeda la encía aliviará las molestias de los dientes del bebé y le tranquilizará. Si mojamos el dedo o la gasa en agua fría este remedio es aún más efectivo.
Frío en las encías
El frío tiene un efecto analgésico. Reducirá la inflamación y dejará la zona un poco entumecida.
Hay modelos de mordedores que se pueden refrigerar y son muy efectivos. También puedes aplicar agua fría en la encía empleando el dedo o con el chupete, si lo usa.
Lo importante es que no nos pasemos con el frío. Nunca se deben usar objetos u alimentos congelados porque podrían causar otros daños.
Algo para morder
Al salir los dientes los niños quieren morder todo lo que tienen a su alcance, ya sean sus propias manos o toda clase de objetos. No es que tengan prisa por estrenar su flamante dentadura sino que ejercer presión en la encía les alivia.
Los mordedores diseñados para calmar las molestias de la primera dentición son seguros y eficaces, y al tenerlos controlados resulta fácil mantenerlos limpios.
Puedes emplear trozos de fruta si ya la has introducido en su dieta, mucho mejor si antes de dársela la enfrías un poco. En niños más mayores pueden valer otros alimentos duros como la zanahoria.
Es imprescindible que le vigiles para evitar que se atragante y no se meta en la boca nada que esté sucio.
Por supuesto, en la farmacia hay remedios para avitarle dolor al bebé, pero antes de emplear algún medicamento debes consultar con un especialista. En general, siempre que notes un cambio en el carácter del niño o niña y si llora persistentemente es mejor que acudas a la consulta del médico para que valore qué puede pasarle.
Y sobre todos los consejos y trucos, mima a tu bebé y ayúdale a sentirse seguro. En ocasiones un abrazo es el mejor calmante y no necesita receta.
En Valdivia y Armijo, tu clínica dental en Málaga, sabemos cómo influye la salud bucal de los niños en su vida adulta. Ven a nuestra consulta y nos aseguraremos de que disfrutan de unos dientes fuertes y sanos.